Los flacos vivieron un tiempo corto pero chambearán la vida entera.
Pasajera fui en un viaje imprevisto aquí cerquita, donde nunca nos faltó la aventura ni el chimó, la burra santa nos acercó a lo más parecido que he estado de la paz.
Tres lunas llenas vi y una estrella fugaz.
Incluso memorice el azul mañanero de la Sierra Nevada,
Incluso llevábamos siempre rroncha,
Incluso caí en su mirada…
Él era café, café con tierra, porque sus manos eran de las que la trabajan, las que revolucionan la existencia con el don de escuchar y debatir, porque nos mirábamos los piojos el uno al otro, nos hicimos bien porque amamos mal, sin apegos, sin tiempo, con entera libertad pero una libertad consciente, con caricias de extraños que se notaron a distancia por ser diferentes entre los montones.
Él era café, café con tierra, porque aprendimos mutuamente, y sin dejar a un lado los años de diferencia eramos los mismos, lo sabíamos, y desde un principio también bien sabíamos que íbamos a ser tan solo recuerdos, y como todo quedaron pertenencias intercambiadas, yo lo llamaría trueke..
él se llevo mi lunar.
No se le olvide que reivindicamos la palabra amor.