Señor, hoy no vengo a pedir algo para mi,
Hoy vengo a pedir algo para Ti.
Date Señor las palabras de amor
Que pones en nuestros labios, y
Que nosotros, insensatos transformamos en ofensas;
Date Señor el tiempo que nos diste para vivir,
Y que nosotros no supimos valorarlo,
Date Señor el amor que infundiste en nuestro corazón
Para compartirlo con nuestros semejantes,
Y que nosotros lo transformamos en egoísmo;
Date Señor el silencio que nos diste para reflexionar
Y que nosotros usamos para maquinar el mal;
Date Señor el mundo que Tú nos entregaste convertido en un edén
Y que nosotros, inconscientes, lo hemos transformado en muladar;
¡Y así, con Tu amor, Tu omnipotencia,
Reviértelo como siempre haces,
Y nunca abandones la obra de tus manos!
Ignacio Espínola carrillo