Había una vez en un lejano planeta llamado tierra, una niña llamada Azzura, cuya rara belleza re basaba su dulzura,ella quería ser libre, y gozosa volar hasta el mágico paraíso del rey de los cielos, pues tenía grandes sueños, alma piadosa, plena de amor, era inquieta y curiosa, conocer aquel plácido lugar hermoso, y pudiera entrar feliz como ave diosa, volando al reino de Dios y hablarle como a un amigo con permiso, sin temor alguno poder ver su divino rostro con emoción bendita y despejar enigmas que alteraban a su corazón.
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¿Será el paraíso una utopía, existirá el lugar? ¿Será posible en sueños viajar? ¡No lo sabía! pero confiaba, creía, tenía fe o ciega certeza de lo que esperaba, así haría heroicos esfuerzos, delante de millones de seres y lograría llegar. Era la convicción de lo que no se ve, se imaginaba penetrando suavemente, el campo de fuerza invisible que seguramente protegía el sagrado lugar de los curiosos o de los espíritus malvados.
Adonde aprisa irìan los afortunados, que acudían en alas de madre muerte a disfrutar de la nueva vida. Y no importaba ser individual y/o ser parte de los entes vulnerables de la creación. Ella pensaba todo tiene un porque, una razón, la respuesta vendrá y a ella le dará la explicación. Y se mantenía en su empeño por ver el rostro de Dios.
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Pero... nada, nada ocurría, cada noche ella dormía, soñaba, a soñar volvía, y volvía a despertarse, a veces llegaba cerca, y alguna vez se cuestionaba ¿Habría visto alguien con sus ojos mortales, algo más hermoso en su vida? estelas del arcoíris, marcando el camino a mariposas danzarinas, con pétalos de flores, y un universo de planetas en perfección infinita gravitar el éter de fragancias.
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Así fue pasando el tiempo de los tiempos, de su corta y soñadora infancia... Mientras la pureza e inocencia se alejaba, también se alejaba el gran sueño, aunque fuese mayor el deseo ver de Dios a otros sueños y nunca pudiera conversar con el. Pacientemente en su incansable imaginación ella podría seguir esperando, el tiempo que fuera necesario, se decía: Aun soy joven me queda por delante la eternidad.
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Hasta que un día, siendo adolescente, y habiendo casi olvidado aquel deseo, iba en sus sueños galopando sobre el lomo de su unicornio azul, observando los prados celestiales, recogiendo bellas flores, admirando sus colores, respirando sus aromas nocturnales, elevándose su espíritu dormido en magníficos placeres, llegando fragancias divinas a su alma, tocaba arpa en las estrellas, creando melodías nuevas, robaba sus sonoros e iluminados destellos para traerlos junto a ella, y a sus mares de sueños inmortales, que dominaban los espacios siderales.
Sabía que eso no podría ser verdad, que era obra y producto de su fértil imaginación, que solo en sus sueños tendría realidad y los guardaría en su cofre espiritual, lleno de azucenas y caracoles de mar.
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Cuando de pronto escuchó una voz profunda, como de trueno que le decía: __¡Niña! __ ¿Qué haces? __y ella paralizada, no podía articular palabra, tenía miedo de voltear, y comprobar a quien pertenecía la voz, pensó: ¿Será él? ¿Será Dios? ¡Viéndome esta!
Sabe lo que hago y aùn me pregunta __ ¿Porque?__ y así sin atreverse a mirar, con voz trèmula, temblorosa al fin pudo responder: ¡Tu bien sabes lo que hago! paseo tu cielo sobre el lomo de mi unicornio azul, recojo flores hermosas, toco a las estrellas, y quisiera llevarlas todas conmigo para brillar junto a ellas.
A lo que Dios le respondió __¡Lo sé! Soy el ojo del universo, todo lo veo, todo lo sé y todo los regalos te doy, Y dime Azzura: ¿Porque quieres ver mi rostro con tanta premura?, ¿Acaso dudas de mi existencia?--- ¡No! ¡Dios, no dudo!
Sé que existes, la perfección de lo creado es tu sello, tambièn sè que eres eterno, pero hay cosas que no entiendo, y quisiera entender.
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Desde pequeña he querido saber: __¿ Porque este mundo gira al revés?__¿Porque muchos de tus criaturas son tan malas?, ¿Porque sufren injusticias los humanos?, ¿Porque mueren niños inocentes?, ¿Porque hay hombres que has hecho dementes?
¿El porqué las guerras interminables en el medio oriente? ¿Porque? ¡Dime porque! Millones de seres mueren de hambre cada dìa, y ¿Acaso tú lo no ves? ¿Porque no escuchas el llanto de las madres, y si escuchas el sonido de los mares?, y que me dices de las súplicas que te hacemos en oraciones y cadenas, ¿Porque no asì evitas las atrocidades?
¿Porque los gobernantes oprimen y causan angustias? Ven a darme respuestas, dime: ¿Porque? ¿Por qué hay tantas viudas y madres llorando lágrimas de profundo dolor? ¿Por qué no se apaga el esplendor de la noche? Y porque de las cosas buenas, hay tan poca satisfacciòn y gratitud? Si hay muchas mas interrogantes en mi corazòn y tu sabes cuales me invaden y son mi inquietud.
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Tu curiosidad me sorprende, tu osadía también, yo te voy a contestar, para aliviar tu interès, antes dime algo: ¿Aún quieres ver mi rostro? ¡Te advierto¡ es tan grande mi Luz, es la luz del universo, y al mirarme se apagarán tus ojos para siempre y jamás esas tus lámparas volverán a ver la luz. ¿Aun así quieres verme? a lo que ella de inmediato respondió; ¡No! ¡claro que no! Yo quisiera seguir observando las maravillas de tu creación, los mares, los montes, las flores, los pájaros, los prados, la luna, el sol y las estrellas, y seguir disfrutando todo lo bello, tan solo las cosas malas yo quisiera evitar ver, las muertes, las guerras, las injusticias, la hambruna y los demonios inclementes que traen horribles tentaciones.
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Entonces niña, ¿No fue tan grande tu deseo, que ahora mi rostro no quieres ver? mas, pero me has retado y ahora tendrás que ver todo lo feo que te mostraré, te llevaré a los infiernos y verás allí el tormento que sufren las almas castigadas y causantes de grandes males y tormentos a las gentes en la tierra, ¿De lo cual no soy, ni fui culpable? todos han gozado de libre albedrío, para pensar y obrar según su corazón y motivo, decisión en lo bueno y en lo malo, pero muchos han violado la ley eterna y han querido a jugar a ser Dioses, construido armas nucleares, instrumentos de destrucción, guerras han propicia do por desmedida ambición, matan sin tener minina compasión y por lo que al final serán llevados a su última prisión, a los infiernos donde irán a pagar durante toda la eternidad la nefasta equivocación, pecados son la traición que han hecho al espíritu de la creación.
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¡No Dios! te lo ruego, os lo suplico, no me lleveìs a conocer el averno, todo me has explicado ya, y no necesito saber nada más, yo te creo y prometo nunca volver a dudar, todo me ha sido revelado, sé porque son tus hijos malvados, por el albedrío dado y deciden por propia cuenta sin tener tu oportuna intervención, asì no interfieres, permitiendo que todo pase, y sufres porque eres agraviado.
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Pero… una última pregunta, ¿Acaso alguno se salvará de tan terrible castigo?, ¿Cuantos vendrán contigo a tu reino del amor?, ¿tendràs compasiòn? a lo que él respondió: __¡Claro niña!__ ¿Porque no?, todos no han nacido de mala semilla, siempre habrán de salvarse los buenos, los humildes, los amigos del amor, los hermanos, los que hayan sentido piedad, los que amen a sus enemigos, protejan los animales, los que aman la naturaleza y conozcan el significado de la palabra perdón, piedad y gratitud.
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Y así, ese día despertó la niña hecha mujer, con respuestas en su mente en su alma y en su saber, aunque no viò el rostro de Dios, pensó que tal vez más adelante lo podría ver, cuando en su último viaje volaría con alas junto a los buenos a disfrutar del paraíso eterno en brazos de su creador.
Y colorín colorado este cuento ha terminado por hoy, hasta el próximo encuentro cuando despierte esta niña que llevo dentro, y haga uno menos celestial, más terreno y cordial. Si les gustó, bueno y si no, les pido perdón.
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Raquelinamor
Fortlauderdale/2017-1