Surgió muy pronto
el café, las venas latían
el tiempo se nubla
las manos se juntan.
Teníamos de espalda las calles,
sus tiernas luces, veredas vacías...
la noche que ardía, pasos controlados,
humo disipado.
Yo no te miraba por
si acaso todo se esfumara
en cualquier momento.
Todo cambiaría pensaba:
¡será cierto?
Estabas allí también
sin mirarme,
también con miedo
se esfume el encuentro,
también feliz
por tenernos...
Así fue como me dí cuenta
que estabas
conmigo
y nos besamos.