Me conquistas así tal como actúas, con sanas debilidades, flaquezas y castidades.
vives variable como el clima, en ocasiones eres bondadosa como una sonrisa,
otras ocasiones actúas agria e insensible, frágil de entenderte.
A veces obras obediente y culta, otras ocasiones te muestras simple y tensa,
aun así; en tus delicados momentos he conseguido arrullarte y abrigar pasión en ti.
Ahora luces sensible, interesante, distinguida, mimosa y enamorada,
ojala pronto no amanezcas con ese temperamento de frígido invierno.
Conservas alma de niña, y al instante de amar actúas como toda una mujer,
tus embelesos son puros, tu emanar ninguna la posee,
Eres sensible y compasiva, aunque a veces autócrata y casi monstruosa,
aun con esos cambios de ánimo eres especial.
Sabes amar y entregar un afecto puro, eres noble, entregaras tu vida de ser preciso
por ese ser que admiras, eres apacible noviecita, hada encantadora
ser precioso y celestial acogida en mi corazón.
Dulce constelación de estrellas, eclipse tierno de amor,
plasmada en cuerpo seráfico y colmada de dulzuras de divas.
Poesía cautivada, retintín de sinfonías beatíficas, por tu amor mi dulce
infanta me considero como el éter arrancado del firmamento.
poema divino de arcángeles, aparece en tu sacra alcoba que voy a dedicarte mi canción.
Dama espléndida, tus atractivos florecen como una rosa,
destilas afecto de diosa, conquistas como una ninfa a su príncipe,
eres variable como el tiempo y misteriosa como el mar.
Me acongojas cuando te disgustas, pero esos disgustos me gustan,
tus disgustos viven solo un instante, tu afecto toda la vida
tienes alma de niña, y esa alma me has ofrecido entera.
Autor. Ronald Tadeo Ramirez Elizalde