Ave blanca, mansa y pacífica,
que cruzas el mundo volando alto,
en tus alas transportas la libertad y el amor,
en tu pico llevas el mensaje de la paz.
Tus ojos pequeñitos y negros denotan ternura,
tu vestido son tus níveas plumas,
tus patitas y alas te desplazan por el mundo,
y picoteas para comer y amar.
La paloma un día salió de su destino
Y volando atravesó el mundo,
Se perdió y desorientó el ave,
quería ir al norte y fue al sur,
en lugar de ir a la derecha fue a la izquierda,
volaba dando tumbos y tumbos,
y buscaba su nido de amor,
de repente escuchó cucurucucú, cucurucucú de su macho
y se acercó a el,
ambos se picotearon
y con su ala abrazó el cuerpo del palomo
como gesto de amor.
Alcé alto mi mano derecha
que contenía alpiste
y la paloma comía,
se acurrucó en mi cuello,
y me acariciaba con ternura,
en agradecimiento a la comida y cariño recibidos.
¡Qué ave tan hermosa y tan tierna!
Es un ejemplo para los humanos que deberíamos aprender de ellas.