He crecido, pero no me ha crecido nada visible compa, no se preocupe, que lo eterno es siempre lo que no se ve. Mi eternidad vibra en las piedras de la cumbre, y que es ella, sino una mujer a la que encaramarnos hasta el final nos llevó ocho horas y pico, varias resbaladas, hambre, cansancio, jadeo, intriga y sorpresa al llegar a lo blanquito.
Nunca voy a olvidar el 5 de Enero de 2016, el compromiso de llegar a la cumbre fue inspirado en mi militancia, mi pensar, mi lucha como mujer, el apoyo que desde el cielo se le dio a los que están siempre con nosotros, cuidándonos. Al comanchi, que me enseñó a aguantar en una familia de individuos, pero me enseño también a buscar, y encontrar familias en todos laos.
Pero no crea compa, no llegamos teletransportados, varios caminos, enormes paisajes y un paso llamado “Chumahoma” o algo así, fue el comienzo de la aventura que nos llevó a pasar el año nuevo que ustedes celebran, confinados por la enorme mujer de montaña y su nevada de cuatro días en un supuesto verano.
No importa, no le guardaría rencor nunca.
La veo y la venero
La veo y la siento
me siento en ella,
ella está en mí.