Te miro tendido en la cama,
con el torso desnudo...bronceado,
me pinto los labios de rojo,
suavemente me acuesto a tu lado.
Mordiqueo tu oreja despacio,
siento tu cuello mojado,
sedienta de amor y deseo
clavo mis colmillos dorados.
Te despiertas con los ojos en blanco,
tu pecho está sobresaltado,
¡te miro!...¡me miras!...¡comprendes...
que de mi no te has escapado!!!!!.
Te ofrezco mi cuello timidamente,
quiero que tu sed sea saciada,
con el líquido vital de mis venas,
y por siempre ser tu amante-amada.
Y sentir que somos dos cuerpos unidos,
con la misma sangre consagrada,
alimentarnos mutuamente...
hasta que seamos...simplemente...nada,
hasta que llegue el final de los tiempos,
y ardamos juntos en la llamarada.
Maria Hodunok.
Vampi-ria.