Fabricio Terán

Únicamente

Mujer hay una

Desesperada

Imprescindible

Fue tan fácil convertir su ser en mi casa

Para ir todos los días

Redescubriendo mi propio ser

 

Pero un día no pudo más

Ya no viene

Al rincón de mi ansiedad a liberarme

Salas comedores y dormitorios

 

Sonríe tú

Hogar de mi alma

Que yo nunca he sangrado tanto

En el teatro reusable de la vida

 

 

Todo se va quedando

Vacío ha fugado el Sol a regiones que me ignoran

En mi casa solo rondan presencias terribles

Que entran y salen de mi cabeza

Las habitaciones me parecen tan inmensas

Y los objetos diminutos

 

Y cada alegría ha sido

Reemplazada por una ausencia

Que tiene forma de muerte