Todos los muertos de esta guerra
de veinticuatros horas
tienen nombres y apellidos
hubo presos amotinados y mendigos
hubo mujeres amas de casa
y hubo niñas que sirvieron a los
artilleros vino, agua y metralla
lucharon en Monteleón y murieron,
por primera vez en la historia por
encima de los generales que no
conocieron el mayor sacrificio,
sea alzó la verguenza y el patriotismo
de aquellos, cuya máxima fortuna
fue ejercer el más humilde oficio.
Daoiz y Velarde lucharon hasta el
último suspiro, honraron el uniforme
y murieron en silencio entre cuatro amigos.