Esos campestres ojos soñadores
de mi bella niña, rural y traviesa
de mirada serena e inocente
cautivadora, con ese color negro de la noche
¡enciende la pasión campirana!
Ojos silvestres que se bañan de colinas
Ojos, que se lavan con agua de manantiales
y se refrescan con el rocío de la mañana.
Son ojos, que reflejan la naturaleza de mi tierra.
Ojos silvestres, de mi niña campesina
traviesos como los rayos del sol
que juguetean a mi pobre corazón.
El dejo de tus ojos mi bien, ¡me apasiona!
Ojitos silvestres, de mi adorada princesa,
ojos que duermen bajo techos de pajón
que se despiertan con trino de pájaros
primicia de luz de las auroras pastoriles
Niña adorada, tierna mirada de ojos silvestres
flores destellantes que derraman colores
iridiscente ternura de luz angelical
¡regálame la ternura de tu mirar!