Josefina 46

Y LA LUZ SE ESTÁ APAGANDO

 

Recorro de nuevo el camino

que un día se ofreció prometedor,

revestido de luz y colorido

pleno de júbilo y esplendor.

 

Ahora la bruma lo envuelve todo,

ya no brilla igual el sol,

el campo se muestra sin brillo,

fantasmagórico y desolador.

 

Y contemplo entristecida

lo que se vislumbra a mi alrededor,

cielo, tierra, una mar embravecida,

naranjos henchidos de flor.

 

Por mi mente pasan situaciones

de vivas y añejas ilusiones

forjadas entre bastidores,

versos y muchas flores.

 

Mis ojos van contemplando

el horizonte con afán desmesurado,

porque algo me está alertando

que mi luz se está apagando.

 

Puede tardar un año, un mes,

la medicina nada puede hacer

y me duele en el alma entender

un futuro oscuro y sin después.

 

Y seguiré con mi cruz a cuestas

agradeciendo a Dios cada aurora

que contemplaron mis retinas

esperanzadoras y divinas.

 

Fina