Eclipse lunar en tu piel,
baños de oro luminoso,
fragmentos de diamantes,
el sol en tu ser,
todo reunido en ti mujer.
Vagando por las constelaciones
deliciosas de tu basto cuerpo,
me encuentro con lunas perdidas,
instantes de planetas reducidos
ahí guardados cerca de tus piernas.
Un arcoíris de destellos en tu sexo,
infinidad de colores inimaginables
ahí en el fondo del divino placer,
un fino rocío cae por tus largos muslos
al sentir la eternidad de mi querer.
Eclipse lunar en tu garganta
al besar y coser mi alma,
con orgasmos y gemidos que derramas
en el universal idioma de tus besos y querer.
Brota el frenesí de tus caderas
al conocer mis toscos monumentos,
caricias en un lienzo dibujadas por manos,
nuestras manos cerca del corazón,
rodeado por todas las estrellas
que habitan en nuestros seres.
Mi sexo invade el tuyo
en una fusión del cosmos,
creando un silencio difuso
en el galope de los fugaces unicornios,
robamos el aire a Venus
navegando dentro en nuestros manantiales.
Eclipse lunar de nuestra existencia
al navegar por las fobias y las filias
que gobiernan tus y mis poesías.
Somos tu y yo universo,
galaxias creas con tus sonrisas,
caemos juntos interminables
en lo indeleble del saber querer,
creando nuevos mundos cerca
donde nadie los puede ver.
Eclipse lunar en tus caricias
después de beber mi vida
y reanudarla con las luces
de tu sonrisa dormida,
caemos en el sexo inagotable,
en el big bang de la creación,
en los pigmentos del elixir
de las obras de nuestro amor.