Es vivir en mundos variopintos,
es sentirse joven y sano,
es ver la belleza de los monumentos,
es apreciar el valor de las personas intrínseco.
Es agradecer y estar agradecido,
no solo de lo bueno sino también de lo malo,
siempre que sea enmendable o inacabado,
es mirar la vida de frente, no de soslayo.
Es ver lo feo con compasión,
empatía y asertividad,
es tratar de entender tu mundo interior,
y sobre todo ser amante de la verdad.