Los frutos del destino
son esos que sembramos
a veces son sabrosos
y otras son amargos
deseos son enredos
en frutos enredados
vaciando los egos
de los seres frustrados
deseos sirviendo
a nuestro falso ego
mio, tuyo que enrredo
bueno, malo, lio claro
sin con nada venimos
y con nada nos vamos
entonces meditemos
en el ser enredado
pensemos serenados
sin deseos mundanos
la vida, su sentido
¿que somos? ¿donde vamos?