Mi tumba estará entre pinos y cipreses
En un minúsculo rincón de los Andes,
Cerca de un río casi muerto
O tal vez entre cipreses y ceibos
Pero ellos no crecerán junto a mí
Mi tumba será un pedacito
De grieta húmeda y vertical
Y cuando mis huesos se hagan polvo
Saldré por fin a respirar
Cual crisálida de cristal roto
Mi tumba tendrá nombre de árbol
Pero los pájaros no querrán acercarse a ella
Ellos vivirán más allá
En los eucaliptos de los alrededores
Entre la paz de la lluvia y el viento
Tal vez mi alma será un pájaro
Encerrado en una jaula de cieno
De arena o de roca desmenuzada
¿Qué quedará de todo lo que viví?
Cuatro cosas, mis letras, el olvido
La mortaja y la nada.