Cansado de escribirle a la noche,
A la lóbrega soledad,
Al pasado y sus vestigios
Me dispongo hoy a ser el tiempo,
A mantener correspondencia con la eternidad
A vivir imperecederos instantes,
Perpetuos sábados,
Anacrónicas alegrías.
Cansado de levantar la cabeza,
De ver la bruma y ser cegado
Cansado del cansancio,
Del plenilunio
Con desidia me dispongo a vivir
Sin pies o lágrimas
Sin oídos o estómago,
Sin ojos o corazón,
Sin piel o hígado
Me dispongo a desmantelar mi gusto y mi olfato
A enterrar mí intuición en la tierra del descuido
No procuro vivir
Me dispongo a ir y venir
Cíclicamente
A caminar sin pretensiones
Hallando libertad