Mi corazón palpita al ritmo
Ininterrumpido de tus pasos,
Que sutil acaricia e incita
Soñaba despierto en tu regazo.
Esa piel de blanco armiño
Que me atrajo desde siempre,
Tus ojos, como estrella iridiscente
Me invitan haciéndome cariño.
Que dilema tu cuerpo y alma
Belleza y espíritu me desarman,
Puesta de sol en dulce calma.
Toma esta flor así sin mancha
Como es toda tu presencia amada,
Un verdor en la mar lleno de algas.