Soñaba en aquel planeta
que escribía un prosa
divina en verso, creadora
simplemente hermosa.
Pero las irregularidades
de las paredes del destino
me dejaron sin palabras.
Suelo soñar despierto
aquellos delicados versos
elegantes, especiales.
Encontré una salida
cerca de un agujero negro,
desaparecí por un instante,
volví mejor que antes.
El sonido de mis movimientos
se volvieron poesía en armonía,
en sintonía con el viento
viaje por algunos tiempos.
Fragmente los mares
y también incontables lunas,
sobre todo estrellas fugaces,
tocando inmensas campanas
despertando mis tempestades.
Suelo soñar con aquellos pasos
donde la música salía de mis labios,
pero las letras no concordaban
con expresar el más bello poema.
Aún toco el tintero,
las plumas de Quetzal,
el papiro universal,
los pensamientos sinceros,
pero aun así mi verso
soñado no se presenta,
no dice presente en la cita
donde firme la vida y la muerte.