Cuanta distancia redonda
Entre mi palma mojada…
Cuantas caricias de arena
En mi espalda marcada…
Quiero morder tus labios
en en este descender de mi alas
y atrapado en tu sistema
por el sueño, desesperar la llegada.
Te busco en la tarde
Como busca tu sangre tu alma,
Y en este morir tan largo
Duermo pensando en ti ,con mi cama.
Ay,nostalgias de tus trazos,
Ay,tu piel,allá,despojada
Yo, desarropado de abrazos,
Tu, latiendo a fuego callada…
Está floreciendo el esplendor
con palabras que queman mi garganta
Y entre tus pechos” Nuestra ilusión”
Y en “ el ahora” la esperanza.
No hay banderas para el amor,
Ni mares, ni hierros, ni barca varada;
El viento me trae tu olor
En cada luna descalza.
Y de estas múltiples horas
Poco nos queda mi amor
Para quedarnos con las rosas
En los vergeles de nuestra pasión.
Antonia Ceada Acevedo
Para un amigo de lujo