Con los ojos rojos
Rostro demacrado
Pómulos hinchados
Y parpados cansados.
Así se presenta cada día
Mientras los silenciosos juicios se levantan
Críticos indican que duerme demasiado
Y es que su apariencia así lo amerita.
Más lejos de la verdad están estas gentes
Pues a pesar de la sonrisa que ofrece
Algo en su quebrado corazón acontece
Por eso el sueño de su lecho desaparece.
Su mente lo acosa con terribles juicios
Por eso su alma, paz, no siente
Pobre humano debilitado
Que no se siente, por él mismo, perdonado.
Primero destruyo sus sueños de ojos abiertos
Y ahora, los de Morfeo, son inciertos
Habla de consuelo, paciencia y esperanza
Palabras que brindan valor, fuerza y confianza.
Todo lo que a él le falta
Sintió el perdón del cielo
El cariño de sus amados
Pero no hay consuelo mientras no se eleve del suelo