Tu cuerpo,
mi cuerpo,
nuestros cuerpos,
fundidos en el fuego de la pasión,
del amor.
Ocultos
en un lugar trascendente,
donde parece quemarse el aire
que ocupa tu espacio,
mi espacio.
Los poros sedientos
de tu piel impregnada de ternura
se teñian de sensualidad.
Encontré tu ser
en mi ser.
Desde siempre,
desde todos los sitios,
nuestros cuerpos se buscaron
para descubrirse
en un mundo
que juega con la locura.
Ahora,
retomamos la cordura
para permanecer en el amor,
sin tiempo ni espacio.