Le preguntó la amistad al amor:
¿Sabes por que existimos?
Para traer alegría y felicidad —él respondió—
esperanza en los momentos difíciles,
un rayo de luz en las tinieblas,
y llenar de mágica poesía
cada momento de su existencia.
Y si es así —inquirió nuevamente aquella—
¿Por que un sólo día para disfrutarnos?
Porque si estamos aunque sea
un sólo día en todas sus vidas
—respondió el amor con presteza—
habrá valido la pena el haber vivido.