Vacío
De pronto asalta el vacío
hondo, resonante, frío…
De pronto atacan en silencio
las dagas invisibles
es la hora del ocaso
cuando muere el alma.
Y entonces el vacío
Incómodo se asienta,
cómodo,
Entre el corazón, y la razón.
Cómplice la noche
Cómplice la ausencia
Cómplice tú,
que ya no estás.
Cómplice también,
yo que te recuerdo.