Con un beso,
éramos capaces de mantener la conversación
mas larga del mundo,
subirme a tu cabello
y desde la cima
tocar el horizonte
y en la sencillez de tus manos
encontré un sueño,
que éramos dos corazones provocando incendios
con lágrimas para sofocarlos
que éramos el primer trago
y el último adiós
después del terremoto de los sexos rotos
en una noche de tequila
y despertar cosida a carmín mi camisa
y con los ojos de arlequín
mirar tu sonrisa.
Con un beso éramos capaces
de firmar la primera tregua
o desembocar en el campo de batalla
como dos alimañas
y afilar los cuchillos con la lengua
al final resultó peligroso.