La mañana en su clarear
te saluda bella dama con su luz
y acaricia tu frente
Del nuevo sol el resplandor
Y con la luz del sol
Viajan a ti mis pensamientos
y con mis pensamientos
mi corazón y mi alma te abrazan
En la mañana
el rocío cubre tu ventana
y en las gotas que vez caer
mis lágrimas se desgajan
Pero no son lágrimas de tristeza
y tampoco lágrimas de amargura
son aguas del manantial
que hiciste en mi brotar
para dar refresco a tu alma
En la mañana
tu hermosura se renueva
tu voz es más dulce
y luces tan radiante
como flor en primavera
En la mañana
llega a ti de las aves su canto
y con sus voces te dicen
que mi corazón está alegre.
Que mi alma reboza
Y que mi dicha es grande.
Y en la mañana mi dicha es grande
porque al escuchar tu voz
en mi oído suenan melodías
que dan arrullo a mi al alma
y paz a mi corazón.
JUAN JOSE CASTAÑEDA