...El cielo está quebrado...
En pedazos hay ternura
Ternura que llueve de tus ojos
Un pasadizo profundo en mi timidez
la escarlata sobre los pómulos
se oxida el tiempo en la distancia
se ruboriza la oscuridad
y..., no es tan distante los latidos
que brotan y se pierden en la noche...,
suave cae de tus labios
el último deseo de una estrella afilada
cortante en los lamentos, en los sueños
en el ataúd de los cuerpos que se entregan al silencio
la soledad, las aves se tuercen, se doblan, se rompen
un adiós se entierra en el luto
de sombras quebrándose en sentimientos...,
Estás sin estar, estoy y muero
un callejón de vidrio molido amarrando mis venas
mis arterias maquillan mi pecho
en una burbuja que se empuja el verbo
en la profundidad sanguínea de decir te quiero
en ese te amo que viaja más allá del universo
donde los cuerpos celestes mueren
dejando y creando el origen de la vida
donde estoy, aquí con la muerte
y tú con la esperanza, los sueños
un ave que entibiarás en tu caída
y harás volar en esa última lágrima
que se desdibujará en un beso
en la textura del encuentro
en la independencia de la tristeza
que dejará de maquillar tus ojos trémulos
en la soledad de una casa sin murallas,
para encontrar sus ventanas
el origen de la vida y el alma
un lazo, un vículo, un deseo, un sueño
la unión de lo imposible y lo real
lo imaginario y tu forma
de colorear el gris que amarra mi sosiego con las murallas que entierro en mi pecho y siempre tú barres el polvo y la sal que ahoga mis arterias, con la persistencia de estar sin estar, de acompañarme más que la soledad que siempre anochece mis pensamientos, siempre duele cuando ya nada duele, siempre está ahí, siempre siempre..., siempre estás ahí, siempre siempre...