Santiago Miranda

La deuda

Perseguido por pesadillas mensuales
debimos haber cortado el paso la lla
ve del agua, del gas, de los fotones
flechados que señalan cada día llegamos
                                                   tarde.
negativamente cargados, no solo eso
fuera de plazo -se procede a corte
aquel amor puesto a precio nominado
en duda. aquella promesa de felicidad
constante a final de año, al fondo de la
vida. chorreando plata de mar sobre el estaño
de los cuerpos y la imagen más pura que añoramos
pero no muestran los cristales empañados, nuestro pago
espera hambriento espera en. solo soy una fuerza
de trabajo -desgastada-malgastada-dilapidada y así
me pagas en dinero -billetes, dame unos 300- no más
que eso -lo exacto para no morir- de hambre y déjame
con la boca sabiendo a úrico ácido o cerveza agria
ya todo plazo será pagado y toda deuda cancelada
la culpa por los sueños, golpea la puerta y cobra
por lo bajo un golpe bajo o bajo todo el peso de los golpes
-knock out- cotidiano, somos deuda y cheque a plazo
que nadie ha de cobrar. coludidos bancos, yo escapo
de la herrumbrada llave de gases soporíficos de cielos y mar
mañana habré de pagar el saldo restante, se ha llevado
bastante sueño y monedas, cariños y dilemas, un amor vence
en deuda, la vejez, la cuenta, lejano plazo, cada día, tarde llegamos.