Doce rosas que sean rojas
No tan muertas ni tan vivas
No tan tiernas ni tan frías
Dulces y sin espinas
Once rosas que al sol alumbren
y que a la noche acurruquen
que a mis sueños recuerden
que de día ellos mueren
Diez rosas que te envidien
que solo vean y te admiren
hasta lo mas profundo
hasta tu otro mundo
Nueve rosas que me cuenten
de los riegos de alegría
de tu dulce simpatía
que te dan sabiduría
Ocho rosas admirables
que de errores ellas falten
y que de la lagrima de Afrodita
hagan de tu belleza infinita
Siete rosas como la suerte
que va y viene cuando quiere
como mis íntimos pensamientos
que de ellos ya hay cientos
Seis rosas de las que no me acuerde
que te di aquel día
de las que no me acuerde
que por ti algo sentía
Cinco rosas que de ti sonrían
y que te hagan sonreír
que saquen sonrisas
a las sonrisas de tus risas
Cuatro rosas que vivan eternamente
no solo para mí
no solo para ti
si no para un final feliz
Tres rosas que acaricien el cielo
y que toquen las estrellas
mas luminosas y mas bellas
mientras tu pienses siempre en ellas
Dos rosas que acaben mis versos
para que los hagan mas intensos
para que ya pueda definir
esta locura que he de vivir
Una rosa única y hermosa
Una rosa que te cante preciosa
Una rosa que se caiga al cielo
Una rosa inigualable como tú