Diaz Valero Alejandro José

Como ángel guardián

 

Al pie de su cama

como ángel guardián

me planté cada noche

en su enfermedad

y sufrí con ella

los estragos de su mal.

Apreté sus manos

con cálido afán

y acaricié sus cabellos

marchitos ya,

y le agradecí los años

de felicidad.

Hice oraciones

por su sanidad,

avisé a sus amigos

que la fueran a visitar

buscando con eso

animarla más.

Ella me dio miradas

con lágrimas de cristal

me dejó proyectos

por finalizar,

me dio fortaleza

para continuar,

me dio una sonrisa

forzada quizás,

con un adiós

y un vuelve a comenzar…

Al pie de mi cama

en su ausencia ya

hago oraciones

para que descanse en paz,

y retomo el control

de la realidad,

porque sé que la vida

debe continuar.

----------------

Autor: Alejandro J. Díaz Valero

Maracaibo, Venezuela