Yo vivo de amores pasajeros,
promesas rotas
y falsas palabras,
de los “te quiero” con sabor amargo,
de las noches de poca ropa
y sobretodo los días de llanto.
Ya no me enfado
o me maldigo,
solo dejo que pase el tiempo,
asi como se van
muchos vienen
y yo solo cierro los ojos nuevamente
esperando ser el olvido
de cada uno, como siempre.
Ya no le grito al silencio
solo dejo que me enseñe,
que no sirve luchar tanto
si acabo sola al día siguiente.
Hoy dejo correr lo que queda
de esta vida tan enferma,
esperando salir viva
de mi infierno y mi condena.