Busco en ti:
A la viajera de las noches eternas
A la soñadora del mar de la luna
A la compañera de cada jornada.
Sueño en ti:
Casi cada noche y todas las mañanas
Entre las palabras del mejor poema
El segundo antes de encontrar la calma.
Pienso en ti:
Cuando no estás cerca, aunque estás en mi alma
Cuando anochece y no estás en casa
Cuando hay tormenta y no llevas paraguas.
Me pierdo en ti:
Con cada velo que cae de tu cuerpo
En la sutil mirada que invita al deseo
En el jardín secreto que esconde tu cara.
Amo en ti:
Todo lo que eres y a todo lo que cuentas
Tu consuelo tierno cuando algo nos falla
El beso en los labios de miel y esperanza.
Vivo en ti:
Compartiendo versos, el pan y el mañana
Al sentir tu cuerpo fundido en el mío
Al ver en tus ojos destellos de amada.
Sin pretender ser sombra, ni fiscal, ni dueño:
Te amo, te vivo, te pienso y te sueño.
Y cada madrugada te busco y me pierdo;
me pierdo en ti, amada.
Sólo en ti me pierdo.
Jordi Siracusa