El amor de acogidas transmitido de pluma en pluma.
El agua desgranada caía sin pausa,
muda… sin tocar campanas
intentaba pasar inadvertida
ni poner de aviso
a los queltehues
- centinelas eternos
bulliciosos,
de patas largas coloradas,
que dormitan
- oído atento protegiendo
a sus retoños recién nacidos
de un par de huevos pintados
con pinceles y acuarelas
con gotas de miel
color oliva.
- Tesoros preciosos
dejados en el suelo
camuflados… escondidos
entre paredes infinitas
resguardando la vida
mientras ella se gesta y late…
Fue la nube, la tormenta
y el viento puelche
que corrieron ocultándose
en campo abierto
dejando caer su carga acumulada
- los tres...lluvia, tierra y viento
abrazados,
cayendo y amasándose
al mismo tiempo.
Las nubes peregrinas
abrieron las compuertas
de sus bodegas satisfechas y rellenas.
Fue una noche larga
y posiblemente triste
de conmoción
y mensajes jamás escritos,
transmitidos de ala en ala
y pluma en pluma,
entre los pájaros adormecidos
que unen sus plumajes tibios,
tocándose sus pieles,
sus picos amarillos
en lo más alto de los ramajes
casi en silencio
- unidos…
Algo se dicen al oído
- escondidos…protegidos
por los árboles frondosos
que los acogen,
que les ofrecen sus hojas
como techos impermeables
y regazos de calor
abiertos…
Expresión tímida,
silenciosa
de ilimitada cogida
y expresivo amor
- amor verdadero.