Cuando era niña y tenía moños de niña
Me asustaban mucho los diccionarios,
Tan gordos, muchas palabras frías,
Pegadas unas a otras, todas sin rimas,
Como un osario de palabras vacías.
Cuando dejé de ser niña con moños,
Comprendí que ese gordo y feo libraco
Me comía el coco como si fuera un ogro.
Con el tiempo, de tanto vivir y leer
Fui hilando voces y creando mi glosario.
De amor, de muerte y dolor supe saber
Y el diccionario dejó de ser mi calvario.
Porque creé mi propio diccionario de la vida:
Amistad: Tesoro de incalculable valor.
Cobarde: Quien no se anima a cumplir sus sueños.
Noche: Lugar donde es el disfrute total del amor.
Amor: Locura temporal. A veces no tiene cura.
Aire: Suspiro con suaves sonidos que salen del alma.
Dolor: Estado triste del alma por alguna desventura.
Música: Alimento del alma mía.
Luna: Diosa adorada y consuelo de poetas.
Mano: Dispositivo de añoranzas de las lejanías.
Pasado: Huellas del alma hecha con flores y espinas.
Presente: No sé… creo que no existe.
Futuro: lugar utópico para recuperar heridas.
Beso: Sentencia de amor, no descifrado,
Vida: Carrera larga y fatigosa.
Muerte: Una amiga que nos espera en el estrado.
Tiempo: Monstruo que todo lo embiste.
Distancia: La gran prueba de amor.
Silencio: Respuesta que todo lo dice.
Y como la vida es una carrera larga
Este glosario aún no ha terminado
Hay más palabras algunas dulces otras amargas.
Nelly h
16/02/17
Argentina