Inexistente

Provecho del instante.

Cuando la emoción no calla
se aprovecha el instante,
este no se sirve en bandeja tan seguido,
ni con sabor a eterno.
Al otro instante se va haciendo
el fardo donde se atará el eco de su recuerdo.
A mí préstenme la emoción que van dejando tirada los otros,
esta puede ser -si la junto-
la clave
de la felicidad que yo busco:
la emoción de los muertos que se murieron antes
de ver esfumarse su mecha;
y aquella de los que la vivieron antes
de que les tocara su turno
y quisieron tenerla en sus manos,
mas solo la vieron de espaldas
sin verla directo a los ojos
para apreciar su alegría.