La locura invade mis ideas
y la razón pura de mi ser,
creando mundos distintos
con nuevas uniones
y mejores acciones.
Leer es parte del crecer
según cuentas los ancianos,
las letras siempre son ser,
parte de la esencia del alma,
los vocablos unen la vida
entre el cerebro y el corazón.
La naturaleza y el conocimiento
son viejas hermanas,
que en viejos milenios
se separaron casi por completo,
pero aún hay esperanza
en la locura de amar a la natura,
enseñando a las nuevas mentes
a crear nuevas tecnologías
que sean parte de ella.
En el delirio de vivir
con el frenesí en las venas,
el cosmos en el pecho,
las estrellas en la piel,
se puede sobrevivir
en el transcurso
al deseado cambio.
Siempre habrá lunáticos
que piensen y existan
llenando los folios en blanco
con la tinta y la pluma de la verdad,
esperando ser leídas para crear
una idea, plantar una semilla
y sentir la metamorfosis en el existir
del ansiado y fresco vivir.