Te veo…
Percibo tu sentir,
aspirando tu bella esencia,
flor aromática de dulce primavera.
Te veo…
Del alcance de tu amor
grande y profundo como el mar,
de la totalidad de tu entrega soy testigo.
Te veo...
Conozco tus deseos,
pajarillo hambriento en el nido:
los deseos de tu corazón, del amor cautivo.
Te veo…
Tu ser entiendo.
Como el cisne a su polluelo,
te doy cariño, resguardo, calor y cobijo.
Te veo…
Me doy cuenta,
universo sin fronteras:
a mi vida das orden, sentido, me llenas.
Te veo…
A tu aire me entrego,
como águila confiada en vuelo;
en tus ojos, estrellas brillantes, me veo…
María Teresa Ruíz Rentería © Todos los derechos reservados.