Pasaron los años y se fue desvaneciendo,
Se lo llevo la tristeza y de a poco se fue muriendo.
Aquel sentimiento, aquella pación,
Aquel universo de caricias y besos,
Se fue desvaneciendo.
Se apagó la llama, mermó la chispa,
Los cuatro ojos vestidos de orgullo,
Cobijados de indiferencia,
Abrigados con el afán de la pena.
Hasta que la muerte nos separe,
Fueron las tierras prometidas,
¿Eran aquellas coplas por las cual la adhesión no sucumbía?
¡HO!! Aquel amor se caía por la vertiente,
La locura lo acompañaba echa presente,
Aquel amor tenía el destino de los hojaldres
Estaba hecho para romperse.
Se fue desvaneciendo,
Pero los actores de tal obra no se dieron por vencidos,
Pues no separaría el orgullo lo que el amor había unido,
Aquel amor volvió, acompañado de júbilo, deseo,
Sentimiento mutuo de esperanzas,
Grande, inmenso y fornido,
Ni el rito pudo ver aquel amor desvanecido.
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