Déjame vagar en tu cuerpo, besar tu boca, sáciame de ti; abrázame con tus brazos fuertes pero delicados, como cuidando los pétalos de una rosa que estuvo a punto de marchitarse por la soledad, as que sueñe con tus manos y la dulzura de tus palabras, desgonzar el sudor de mi cuerpo por tu pecho, despertar con tu presencia y poder mirar tus ojos frente a los míos como si fueran la luz que necesita mi mañana.
Yojanna Agudelo
02 de julio de 2015