Quien va buscando encontrará su espectro confundido
entre tinieblas.
Quien va encontrando se topa de bruces con el elixir
de la vida, aquel que solo se ofrece a quien no lo busca.
Te sé como matrioskas que empequeñecen en el trance
de la sorpresa, aquella que se mezcla con el sueño de
la razón.
La somnolencia del que se siente distinto te hace distante
En tiempos donde mi nostalgia y yo nos hacemos uno, me
siento el hazmerreír que rebosa razones royendo el rábano
del recuerdo más recóndito de mi raíz rubicunda.
En la cumbre de la insensatez me yergo incombustible,
y como premio a mi buen hacer me postro en el diván
del Tamarit para gozar de sorbos de Federico, que se deja
hacer como hembra en celo tensando el espinazo que zozobra
cual cenáculo de cinábrio que cimbrea al certero zarpazo de una onza.
Dejo por hoy, para descanso del lector, de ensartar insensateces
y me voy a disfrutar de la noche, que me espera anhelante.