Amarte es siempre bueno,
desearte es siempre dulce,
soñarte aún más bello,
para hacerlo...
Mis labios beben,
del sutil cáliz
que guardo en el cor.
Las palabras no me sirven
afuera con los juegos,
mi amor sigilo,
y mi verso sonroja
tus mejillas
llenando tus anhelos.
[Diario de un peinador de muñecas]
©1998 Claudio Valerio Gaetani