Quiero que me beses
como lo hiciste la vez primera,
sin pensar en consecuencias,
ni en el tiempo, ni en los meses.
Quiero que me beses
y se opaque así la distancia;
fundidos en el otro, con gran ansia,
no pensaremos en estupideces.
Quiero que me beses,
sin razones, ni motivos,
sin el \"nunca\", ni el \"a veces\",
sin el \"¿Qué dirá la gente?\"
sólo tú y yo, unidos.
Quiero que me beses,
y probar la ambrosía de los Dioses
que ha sido puesta en los labios del hombre
que eres, cuando te besas conmigo.
Quiero que me beses, amor mío,
que saques a mis ganas del vacío
al que caen, por no tenerte.
Y decirte a la luz de la luna, constantemente,
que tus besos son el cielo, son alivio,
de mis ganas de adorarte, amor ausente.