Mi eje depende de cuatro hilos,
con un cometa al final de cada hebra,
girando alrededor de mi universo,
en un viaje espectacular, único y exclusivo.
Al mirarlos individualmente me deslumbran,
con diferentes caminos, formas, colores y destellos,
cada uno con su propia estela, dejando estrellas a su paso.
Los observo en silencio, estática, maravillada.
Me conducen en un viaje incierto,
cargado de adrenalina y sentimientos desconocidos.
Esto me moviliza y potencia, superando toda lógica y expectativa.
Soy simplemente un pasajero y me gusta, estoy completa.