Se ha entregado a un amor falso y flaco,
con poco que ofrecer a su igual, a su amada
si nada en el corazón exigía su pecho de almohada
y cual artista un lienzo blanco como su cuerpo.
Ella tristemente enamorada y en las nubes,
no escuchó las advertencías de la misma vida,
tapó sus ojos por alguien que no la quería
como ella merecía, entonces terminó en sus pies.
Con la esperanza de que el amor idealizado
le llegara sin ninguna clase de filtro
¿qué debía de esperar de ese amor indecente?
pues tampoco hacía por dejar la corriente.
Sin capas, sin mascaras ella se entregó
y él con hombría cambiarla intentó,
con lágrimas en los ojos obediente
no hizó más que complacer le.