En un crepúsculo oscuro,
enajenado
de pudores...
y de dardo incierto
disfrazado,
¡Oh dichosa ventura
salí sin ser notado...
descansando entre las brumas,
junto al pecho
de mi amado... !,
silencio...
que herís mi celda,
de azucena
y rosa alba...
¡Oh dichosa ventura
de pasión enaltecida... !
entre lagos te agasajas
en loor de su cuidado,
entre luces te enardeces
por el Verbo
en que se mira,
entre besos
te me anuncias...
anudado a su costado.
P.D.: En memoria de \"San Juan de la Cruz\",
un alma lírica inigualable.