Ve tranquila, amor mió no te afanes,
No preguntare nunca nada mas…
Llévate tus misterios junto con sus llaves,
Me resigno a vivir así, a no preguntarte…
Tu risa resonara en mis recuerdos,
Y tu desprecio florecerá en mi dolor…
Te regalo mis alegrías y mis cielos,
Mi corazón, mi alma y mi amor¡¡¡
No fui tan rico, para merecer tu amor,
Si lo suficientemente pobre…
-para comprar tu desprecio-
A mi razón le gano el corazón.
Pero tu conciencia jamás entendería de eso¡¡¡
En cada amanecer de mi vida,
Llevare tu presencia viva en mi calma…
Nunca a una mujer, tanto le han querido,
Con un corazón herido, y este desespero que llevo en el alma…
ISRAEL CARE.
(Derechos Reservados).