Era un Domingo cualquiera, que dicen por doquiera que es fiesta, pero éste no lo fue, que desgarrador, sólo hubo una inmensa tristeza en todo su alrededor…….-se le apagó la luz.
Pero os voy a contar esta historia, de amistad de dolor, me inundo el corazón y que jamás voy a olvidar.
Aurora, ése era su nombre, alumbraba como la lumbre y derrochaba simpatía era como la brisa y nos contagiaba a todo con su risa y empatía.
Un día se entristeció, y su alegría cambió por tristeza, ¿Qué paso? Pregunté
Y para mi sorpresa muda me quedé, pues el medico le notificó un mal padecer, el alma me desgarraba cuando a mi lado lloraba “ay amiga tengo cáncer” y yo a ella me abrazaba….se le apagó la luz.
Con esperanza comenzó la Quimío su gran dolor sentí mío, me desgarraba el corazón, su cara le cambiaba esos días por esa reacción, con desesperación un milagro ella esperaba.
Ya saldré me confesó, yo con esperanza admiraba su valor, la abracé y la pegue a mi corazón, pero todo eso fue muy poco, no supe decirle un te quiero por que creí tener más tiempo.
Lamento no haberte dicho lo mucho que yo te quería, siento ese padecer, pues yo ignoraba que ése día ya no te volvería a ver.
Luego llegó ese maldito Domingo y cuando te quise volver a ver llorando y con tristeza me dijo esa mujer ¿sabes que sabido ahora? “Que desgarro, que tristeza, anoche murió Aurora”
Yo no pude parar de llorar y nada mi alma consolaba, te marchaste y no te pude contar, lo mucho que yo te amaba.
Era una noche gris, funesta, lúgubre y rodeada de tumulto, mucha desilusión se nos nublo el corazón y lo llenamos de luto.
Nada llenará ese vacío, amiga del alma, amiga Aurora, y lo digo muy veraz pero con mi corazón ahora te digo….DESCANSA YA EN PAZ