San Juan de Dios
a ti te llaman...
y tu fama de loores
se engalana,
te entregaste
al hermano en su pobreza,
entre lánguidos...
y pálidos clamores,
eres la claridad
del Cristo redivivo...
en tus gozos
y virtudes manifiestas,
dotando vas de cuidado
al desvalido...
entre rosas
deshojadas de pudores.