Tengo tan pocas cosas tuyas.
Tan sólo tengo tu nombre, tu edad,
Lo ensortijado de tu pelo y un lunar.
Tan sólo eso está entre mis manos.
Es muy poco para hacerte un poema,
Una rima o una pequeña prosa.
Descubrí que también cuento además
con tu rostro de niña, con tu cuerpo de mujer.
Y ya fijándonos bien tengo tu sonrisa
Y tus dedos con tus uñas de cristal.
Tus pequeñas charlas me dicen
Lo que me esconde tu mirada: un manso río,
Un remanso de agua clara;
La quietud que hay en tu alma
Y el color de tu mañana.
Quisiera poder, quisiera, hacer una escalera
Para subir hasta el cielo y traerte una estrella.
Como sé que eso no es posible
he intentado este poema.
©Armando Cano