Se desvanece hoy la causa
que en mi razón acude a marchitar.
¿Vendrás a mi alma arropar
como un anhelo de voluntad ilusa?
Destilaron mis ojos la amargura
del eco de mi quebranto,
de una pasión olvidada
ahogada entre tinta y llantos.
Mis palabras rotas
en la inmensidad gris
acuden en tu busca.
Llévame contigo,
amiga muda.
Devoto soy de tu silencio
y fiel a tu caricia.
Libérame de este hastío
que consume mi alma
en la monotonía del pensar.
Como el caer de las hojas,
como Ícaro y su insolencía
me perderé en la inmensidad negra.
Como un alma insomne
en busca de su farol
rogarán mis manos amargas
la pérdida de mi pesar.
Como el rocío se despide
en albor de las mañanas.
Como se pierde la voz
en la vasta soledad.
Como un anhelo inquieto
azotado por la desdicha.
Como las estrellas
mueren al alba.
Me desvaneceré en la oscuridad
y besaré tu fríos labios
para en tu regazo poder descansar.
Llévame contigo
oh muerte
sólo a ti deseo amar.
Icarus